Roble, Hualle, Pellín o Coyam
Nothogafus obliqua
Especie nativa de Chile y Argentina. En Chile crece desde el sur de la provincia de Colchagua hasta la provincia de Llanquihue.
Árbol monoico, caducifolio, de copa frondosa, corteza gruesa, agrietada en placas café oscura. Sus hojas son simples, polimórficas, aovado-lanceoladas, verde claras, de 2,5 centímetros de longitud. Sus flores en inflorescencias, con numerosos estambres las masculinas y tricarpelar las femeninas, pequeñas, no vistosas. Verde amarillentas. Sus frutos y semillas corresponden a nueces, la central bialada y las laterales trialadas, de 6 milímetros de largo, café claro.
Especie de gran trascendencia cultural, ambiental y económica, su madera ocupa uno de los primeros lugares en su utilización dentro de los árboles chilenos, debido a su gran solidez y durabilidad; se ocupa en estructuras de edificios y puentes, durmientes ferroviarios, postes de alumbrado, estructura y cubierta de embarcaciones, carpintería y ebanisteria. Se desarrolla muy bien en suelos profundos, fértiles y húmedos y lugares donde las lluvias sobrepasan los 1.500 milímetros de precipitación. Su corteza se utiliza para teñir de rojo, mezclándola con raíces de nalca (Gunnera tinctoria). En Temuco es posible observar añosos ejemplares, tanto en calles como en áreas verdes. El roble requiere buenos suelos y disponibilidad hídrica.
En Temuco es posible encontrarla en pequeño bosquete del Colegio Alemán, por calle Hochstetter; monumento Natural Cerro Ñielol, Plaza Dreves y aquí en el Parque Urbano Isla Cautín